martes, junio 13, 2006

"Antes pasará un camello por el ojo de una aguja..."



La aguja hipodérmica fue inventada por Alexander Wood en 1853. Wood era médico y su esposa padecía un cancer por entonces intratable. Wood ideó el instrumento para aliviar el dolor de su esposa inyectándole morfina.
En 1854 Wood publica "El nuevo método para el tratamiento de las neuralgias, aplicando directamente opiáceos a los puntos dolorosos".
Esta noche me pregunto cuanto hubo del propio Wood en esa inyección: sus ojos buscaban la vena, sus dedos tocaban la piel, pero entre ambos había una aguja hueca de plata pulida. La morfina recibe su nombre del dios griego del sueño, ¿qué no podría caber en esa primera dosis? ¿qué se añade a un cuerpo cuando se rompe la piel?
Una fina aguja hueca para dar y quitar, comulgar mundos distintos, un puente, un agujero de gusano, la técinica sobre la substancia, un recipiente para ectoplasma impotente, una cosa de alli que entra aqui.

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