lunes, julio 23, 2007

un genio: sin prisas pero sin pausas

Frank Quitely es el alter ego de Vincent Deigham, natural de Glasgow.
Empieza a principos de los 90 en el circuito del comic underground escocés, como en Electric Soup.

La tradición y la profesión le hace circular pronto por la Juez Dredd Magazine, donde pronto deja fascinaos a todo el personal.

Salta a estados unidos con leves encargos de testeo yanki, tanto en Paradox Press como en Dark Horse.

Pero su trayectoria de mercenario le ha hermanado en armas con otros salvajes, y presenta junto a Grant Morrison en DC Comics el spin off de la Doom Patrol "Flex Mentallo".


En aquel momento algunos sectarios selectos y anónimos caen en una perplejidad más profunda del sueño de Cthulhu.

Quitely se rie y murmura malignamente: esperad todavía que no ha llegado lo mejor.

Subliminalmente hace mientras tanto varios encargos: un arco del 2020 visions de Jimie Delano, parte de una antología del Weird War Tales...


Y repentinamente América se ve sacudida por la Scottish Connection: una horda inhumana camuflada como escoceses gamberros y borrachos ataca los pilares del mainstream de superhéroes, se disfrazan de snobs que canibalizan a los clásicos mientras eructan "cool" y rien con dientes ensangrentados.

Quitely embiste por un flanco apoyado por Mark Millar con la 2ª generación de The Authority, tras Ellis y Hitch.

Pero la saga de un año adolece la debilidad de Quitely, su dedicación produce imagenes eternas pero su enemigo es el tiempo: no consigue preparar todos los números y necesita de sustitutos.

El resultado es una promesa soberbia: Quitely es un genio pero la pieza adquiere imperfecciones cuando no está él.


El ataque por el segundo flanco no es tan ambicioso y provoca un impacto completo: Quitely dibuja el último número de the Invisibles vol. 3 y sigue a Grant Morrison en la novel gráfica JLA tierra2.

La enfermedad se transmite ya por el aire.

Quitely es un detallista que rodea y maneja los espacios abiertos y claros. Sabe llevar al ojo a la figura y a su expresión dentro de la escena. Sus figuras son delgadas o gruesas, pero saben ser atractivas y dar miedo.

Pero Quitely vuelve a sonreir, nos queda ver mucho de su manejo de la cinética.

Y se va a Marvel con Morrison para enseñarlo en el relanzamiento mutante llamado "New X Men".

El defecto resultante es el mismo: Quitely no aguanta las fechas de entrega, su calidad se mantiene pero no puede publicar tanto por més. La comparación trastoca el conjunto. Pero el sabor es perfecto.

Quitely maneja los superhéroes con un estilo europeo underground dentro del marco del mainstream americano. Enseña la rudeza del entorno y de los personajes de la sci-fi punk inglesa pero jugando con la base de personajes de clase alta del olimpo superheroico.

Y la dinámica es expresión, la rapidez de la secuencia no es un borrón sino una figura detallada detenida entre viñetas con toda la pulsión de sus músculos y de la inercia. Esto también puede verse en su obra posterior para DC comics en el sello vértigo, WE3, donde su storytelling compone la imagen y la historia dentro de la imagen, salpicando la narración principal de pequeñas viñetas de primerísimo primer plano donde ensalzar los distintos niveles de la acción de la secuencia.


En ese momento se ve: Quitely es un artista travestido de hot artist.

No hay pose ni narración pin-up, sino una construcción de impacto, sutil, que me está haciendo ver a una especie de Jack Kirby europeo comedido.
Y señores, lo mejor está por ver, y también vuelve a deshacer la cama con Grant Morrison:

all star superman.

Un ejercicio de primerísima independencia con el icono principal de la casa o incluso del género, bebiendo libremente de su mitología para hacer, practicamente, las mejores historias que ha tenido el hombre de acero en muchos años. No es una saga, es hacer el comic perfecto que nace del entretenimiento y que poseé su propio lenguaje y su papel en la cultura pop, urbana, iconología de un género.

Y un Quitely entintado digitalmente que se sale, riendo, porque no sabemos a donde nos está llevando ya.